¿Aún no has probado a incorporar flores en tus recetas favoritas?
Llena de color, aroma y sabor tus cenas con la ensalada de violas y frutas rojas. ¡Un placer para los sentidos! 

Ensalda de frutas rojas, violas y azafran

La viola es una pequeña flor comestible de color violeta y sabor suave, que florece desde mayo a octubre, y que combina especialmente bien en ensaladas veraniegas. En numerosas cocinas del mundo, como la oriental, es común encontrar este tipo de flores para aromatizar muchas de sus recetas.

En la elaboración de ensalada de frutas rojas y violas para 4 ó 6 personas necesitas:

  •  400 g de frutas rojas (fresas, frambuesas, grosellas)
  • 20 violas de cultivo ecológico (las puedes encontrar en fruterías)
  • 150 ml de agua
  • 100 g de azúcar blanco
  • 4 hebras de azafrán
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • ½ cucharada de vinagre
  • Una pizca de sal

Para preparar el almíbar, pon a calentar un cazo con el agua y el azúcar blanco.

Hierve la preparación hasta que empiece a espesarse e incorpora las hebras de azafrán, dejando cocer la mezcla durante 2 minutos más.

Deja enfriar el almíbar y añade la pizca de sal, el vinagre y el aceite.

Por otro lado, lava las frutas rojas (fresas, grosellas, frambuesas… las que más te gusten) y, cuando estén secas, trocéalas en 2 ó 4 partes, dependiendo del tamaño de la fruta.

A continuación, colócalas en platos individuales y añade las violas.

Riega la ensalada con el almíbar y sirve sin dejar reposar.

¡Un sabor sin igual!

Si te ha gustado, descubre cómo cristalizar con azúcar los pétalos de tus flores.
 
 

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