Una técnica imprescindible en repostería es la preparación de caramelo, un proceso sencillo y rápido que te será útil en numerosas ocasiones. Sólo necesitas azúcar y agua para obtenerlo.
¿Conoces los usos más comunes del caramelo?
Aquí los encontrarás.
Para preparar caramelo en casa necesitas:
Pon al fuego un recipiente de fondo grueso, cuando esté caliente, añade el azúcar blanco y unas gotas de agua.
Sin remover, deja que se funda a fuego medio bajo. En el momento que veas que comienza a dorarse, añade la cucharada de agua y mantenlo al fuego unos segundos hasta que se mezcle.
Retira el recipiente del fuego y utiliza tu caramelo al instante, si no endurecerá.
El caramelo de azúcar se utiliza especialmente en repostería; uno de sus usos más comunes es la cobertura de moldes para preparar una tarta, un flan o un budin. También se carameliza la base de la Salsa Toffee y de la Salsa Paris.
Además, el caramelo es básico en la decoración de postres: se emplea en la elaboración de filigranas y también se usa, en forma de hilos, en la envoltura de pequeños bocados, incluso salados, como un aperitivo de foie gras.
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de hacer hilos o filigranas es la rapidez con la que has de realizar el proceso.
Antes de comenzar con el caramelo, ten preparado un papel de hornear aceitado. La elaboración del caramelo es la misma, pero debes retirarlo del fuego cuando comience a dorar el azúcar, por lo que no tienes que añadir la cucharada de agua.
Con una cuchara, coge el caramelo y déjalo caer con suavidad sobre el papel de hornear, haciendo formas y dibujos para las filigranas o en zigzag aleatorio, para los hilos.
Deja que enfríe, retira con cuidado el caramelo del papel y mejora tus platos con estas sencillas ideas.