¿Quién no ha disfrutado alguna vez de unas esponjosas magdalenas en el desayuno? Es uno de los dulces tradicionales que no pueden faltar en tu recetario.
Las mermeladas y las confituras sólo se diferencian en la proporción de fruta que se utiliza en su preparación, siendo el proceso de elaboración y de conservación muy similar.
Una de las frutas más aromáticas y sabrosas del verano es el melocotón, si lo preparas en un batido tendrás una merienda suave con la que saciar tu apetito a media tarde.