El invierno es una buena época para los cítricos. Dulces como las mandarinas y las naranjas, o amargos como el pomelo o la toronja, son frutas cargadas de vitamina C que ayudan a hacer frente a las bajas temperaturas.
Una técnica sencilla e imprescindible para la obtención de los gajos de cualquier cítrico, solo con la pulpa, consiste en pelar a lo vivo.
Para pelar a lo vivo, por ejemplo una naranja, es imprescindible contar con un cuchillo bien afilado, puede ser de tamaño medio, llamado cuchillo de cocinero, o pequeño, denominado puntilla.
Comienza realizando dos cortes limpios en los dos extremos de la naranja.
A continuación, debes cortar a la vez la piel exterior y la parte blanca sin dejar nada de ésta.
Cuando la naranja esté pelada, saca con cuidado los gajos. Retira con el cuchillo la fina membrana blanca que los separan entre sí. *
*Te recomendamos que este paso lo realices sobre un cuenco para recoger el jugo que suelta la naranja.
Así, pelando a lo vivo obtenemos los gajos limpios y con todo el sabor para utilizarlos en ensaladas, en guarniciones o en una macedonia de frutas.
Además puedes aprovechar la piel de los cítricos que peles a lo vivo, ya que es un básico en repostería. La piel, rallada o en tiras se utiliza para aromatizar bizcochos, también puedes confitarla o preparar deliciosas mermeladas.
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[…] Te proponemos servir tu pastela de pollo con una ensalada, sazonada al gusto, de naranjapelada a lo vivo, queso y hierbabuena […]
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