Delicada Crème brûlée

La Crème brûlée es un dulce suave al paladar, cuya traducción literal es “crema quemada”. Aunque pueda tener grandes similitudes con la crema catalana, la principal diferencia entre ambas es que la Crème brûlée es más firme, pues se prepara con nata y se hace en el horno al baño maría.
¡Esta receta es un acierto seguro!

Si tienes pensado preparar este postre, ten en cuenta que debes elaborarlo con un día de antelación a la fecha prevista para consumirlo. Ya que tienes que refrigerar tu crème brûlée antes de servirla, durante al menos 12 horas.
En la elaboración de crème brûlée para 4 o 6 personas, necesitas:

• 600 ml de nata líquida
• ½ vaina de vainilla
• 4 yemas de huevo
• 100 g de azúcar glacé
• 3 cucharadas de azúcar moreno
• Fresillas o frambuesas

Comienza calentando la nata con la vaina de vainilla y, cuanto esté a punto de hervir, retira el cazo del fuego.
Por otro lado, bate las yemas de huevo con el azúcar glacé.
Vierte la nata caliente sobre las yemas, removiendo enérgicamente para que la preparación no se corte. A continuación, cuela esta crema con un colador.
Precalienta el horno a 150° e impregna de mantequilla, 6 moldes de unos 100 ml de capacidad.
Reparte las frutas por los moldes y rellénalos con la crema.
Coloca los moldes en una fuente de horno con suficiente agua caliente para que cubra los moldes 1 cm por debajo del borde.
Hornea las cremas durante unos 40 minutos a  150°.
Pasado ese tiempo, saca tus moldes del horno, deja que enfríen a temperatura ambiente y cubre cada uno de ellos con papel film transparente.
Reserva tus cremas en el frigorífico durante toda la noche.
Al día siguiente, antes de servir tu crème brûlée, espolvorea el azúcar moreno sobre cada molde formando una capa.
Coloca los moldes en una bandeja y gratínalos a 180° un par de minutos, o hasta que el azúcar moreno se haya fundido y empiece a dorarse.
Cuando saques tu crème brûlée del horno estará lista para deleitar a todos los paladares.