La receta original de las ensaimadas de Mallorca

¿Cuándo viajas a Mallorca siempre traes una ensaimada en la maleta? Ahora no tendrás que ir hasta la isla para saborear unas auténticas ensaimadas mallorquinas.

 ¡Te damos la receta original para que las prepares en casa!

Antes de preparar esta receta debes tener en cuenta el momento del año en que la prepares ya que la temperatura ambiente influye en el tiempo de reposo de la masa. Si es verano, te recomendamos utilizar entre 20g y 30 g de levadura fresca de panadero. Si es invierno subimos ligeramente estas cantidades hasta los 35 g.

 En la elaboración de unas 6 ensaimadas, necesitas:

• 2 huevos
• 175 g de azúcar blanco
• 500 g de harina de fuerza
• 4 g de sal
• 20 g de levadura fresca de panadero
• 100 ml de agua tibia
• 125 g de manteca de cerdo
• Azúcar glacé para decorar

 Comienza batiendo ligeramente los huevos con el azúcar blanco, añade la mitad de la harina y la sal.

Deshaz la levadura fresca de panadero en el agua tibia e incorpórala a la mezcla anterior.

Añade el resto de la harina y una cucharada de manteca de cerdo ablandada con las manos.

Amasa la preparación durante 15 minutos, hasta que obtengas una masa fina y elástica.

Viértela en un cuenco amplio con el interior pintado con aceite y deja que repose entre 8 y 12 horas para que adquiera la textura y sabor característicos.

Una vez reposada la masa, córtala en porciones según el tamaño que quieras darle a las ensaimadas. *Con esta cantidad de masa puedes hacer dos ensaimadas grandes.

Sobre una superficie aceitada, estira cada porción de masa con un rodillo, dándole forma rectangular y fina.

Reparte sobre ellas el resto de manteca de cerdo y enróllalas sobre sí mismas dándole la forma de espiral típica de la ensaimada.

Coloca las ensaimadas separadas entre sí sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.

Deja reposar  de nuevo las ensaimadas hasta que doblen su volumen.

Precalienta el horno a 180°.

Hornea las ensaimadas durante unos 15 minutos a 180°, hasta que estén doradas.

Cuando las saques del horno, espolvorea azúcar glacé sobre ellas antes de que enfríen y ¡a comer!