Disfrutar de los amigos en una terraza de verano tomando una leche merengada fresquita, es un momento delicioso. Te invitamos a que traslades ese instante a tu hogar…
¿Sabes que la leche merengada es un helado suave facilísimo de hacer?
El merengue, claras de huevo batidas a punto de nieve, es el encargado de dar nombre a un dulce imprescindible en esta época del año: leche merengada. En su elaboración para 4 o 6 personas necesitas:
El primer paso es calentar en un cazo la leche con 250 gramos de azúcar, la piel de limón y la ramita de canela. Sin parar de remover hasta que se disuelva el azúcar, deja que hierva 2 minutos y retíralo del fuego.
Reserva la mezcla y, cuando esté totalmente fría, cuela la leche y déjala en el congelador hasta que empiece a helarse.
Entretanto, monta las claras de huevo con el resto del azúcar, cuando formen picos suaves estará a punto de nieve.
Saca la leche del congelador y añade las claras poco a poco, y conseguirás una textura cremosa.
Mete la crema en la heladera y bátela de 5 a 8 min.
No disponer de heladera no te supone ningún problema, ya que puedes hacer tu leche merengada metiendo la preparación en el congelador y, hasta que llegue el momento de tomarla, bátela cada 20 minutos para que no cristalice demasiado.
Te recomendamos que este dulce de verano lo consumas con el menor margen de tiempo posible tras haberlo hecho, así disfrutarás de todo su sabor.
A la hora de servir la leche merengada, hazlo en copas frías, puedes meterlas en el congelador una hora antes de utilizarlas. Espolvorea tu leche merengada con canela molida y… ¡Refréscate!