El tomate es un alimento básico en cualquier hogar, fundamental para elaborar salsas, ensaladas o como guarnición. Una técnica esencial con la que ensalzarás su sabor es confitándolo con azúcar.
El tomate confitado es una conserva original que resulta perfecta como acompañamiento de pescados azules y carne.
Para la confitura de tomate siempre debes utilizar tomates maduros, pero no blandos. El azúcar equilibra la acidez del tomate y, si para la confitura utilizas azúcar moreno, le darás matices a caramelo tostado. ¡Delicioso!
En la elaboración de tomate confitado para 4 ó 6 personas, necesitas:
El primer paso es pelar los tomates, para ello, el modo ideal de hacerlo es escaldándolos.
Pon un recipiente al fuego con agua y haz un pequeño corte en la piel de cada tomate.
Cuando el agua esté hirviendo introduce los tomates, uno a uno, durante dos segundos, y ve echándolos en un recipiente con agua fría.
Retira la piel de los tomates sin romperlos. Cuando estén listos, colócalos en una fuente de horno, y reserva.
Por otro lado, mezcla el vinagre de Módena, la salsa de soja, el azúcar moreno, el tomillo y el orégano.
Riega los tomates con esta mezcla, añade un chorro de aceite y hornea la preparación, a 175° durante 2 horas.
Pasado este tiempo, saca la preparación del horno y reserva los tomates en la bandeja, hasta que enfríen por completo.
Sirve tus tomates confitados como guarnición en platos de pescado azul, como una dorada marinada, o de carne, como un tataki de ternera.
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